Bodega 4 Kilos | Spanish Wine Lover

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BODEGAS

Una de las bodegas más renovadoras de Mallorca, el proyecto surge en 2006 de la mano de Francesc Grimalt, el que fuera enólogo de Ánima Negra (la primera experiencia seria en la isla de recuperación de la variedad local callet) y Sergi Caballero, un gran aficionado al vino pero profesionalmente ligado a la música: es socio fundador, co-director y responsable de imagen del festival de música avanzada y arte multimedia Sónar.

Caballero es la clave de la imagen radicalmente moderna de los vinos. El propio nombre de la bodega es bastante atípico. De hecho, 4 kilos (cuya etiqueta realizada por distintos artistas cambia cada año) hace referencia a los cuatro millones de pesetas de antaño que pusieron cada uno para arrancar su humilde proyecto (la primera añada la hicieron en el garaje de un amigo fermentando en tanques de acero inoxidable de los que se usan para refrigerar la leche). “Es una especie de declaración de principios. Para hacer vino no tienes que ser millonario, sino tener pasión y trabajar duro,” ha afirmado a menudo Sergio.

La bodega se construyó en un antiguo establo de ovejas situado en una finca propiedad de la familia de Grimalt en las afueras de Felanitx, en la zona sureste de la isla.

En la actualidad cuentan con 15 hectáreas propias. Tanto sus viñedos como los que compran a terceros están repartidos por distintos municipios de la isla. De ahí que trabajen bajo el indicativo VT Mallorca. Utilizan variedades locales como callet, manto negro, monastrell y fogoneu junto a las internacionales syrah, cabernet y merlot, pero la tendencia es apostar cada vez más por lo local. De hecho su top 4 Kilos (15.000 botellas, unos 30 € en España) ha evolucionado para convertirse en un monovarietal de viñas viejas de callet cultivadas en suelos arcillo-ferrosos, localmente conocidos como cal vermell (vermell quiere decir rojo en catalán).

Para Francesc, “los suelos de call vermell son brutales porque tienen bastante grava y una componente de arcilla que hace posible que pasen rápidamente de estar mojados a estar secos. La arcilla es egoísta y retiene el agua, mientras que la grava queda compactada como si fuera cemento. Esta composición permite mantener el agua en niveles inferiores y alcanzar una buena maduración de los racimos”, explica.

El 12 Volts (unos 16 €, 45.000 botellas) lleva un 60% de callet y el resto son variedades internacionales (20% syrah, 10% cabernet y 10% merlot). Las uvas autóctonas aligeran los vinos y resaltan la personalidad mediterránea (monte bajo, balsámicos), dándoles gran expresividad. El aporte de la madera se limita mediante el uso de foudres y barricas de gran formato hasta 600 litros.

Grimalt reconoce haber vuelto al vaso y a la mezcla de variedades en campo. “Los clones me dan urticaria. Ahora gestionamos la viña como si fuera un bosque y no porque seamos muy hippies. Cuanto más diversidad, menos problemas tenemos. Por ejemplo, no limpiamos las lindes porque son fuentes de mosquitos y abejas, ambos excelentes depredadores. Tratamos con ortiga y salvia para endurecer las hojas y hacerlas resistentes al mosquito verde”, asegura.

En el fondo aboga por un trabajo y una vinificación adaptados a la zona: “Hemos copiado mucho al norte y es el momento de que el Mediterráneo tenga sus propios parámetros”, afirma.

Junto a los dos vinos iniciales del proyecto, los últimos años han visto el lanzamiento de Motor, una marca en el entorno de los 16 € que sirve de paraguas para vinos casi experimentales pero que reflejan viñedos, variedades o paisajes particulares de la isla y que puede cambiar de un año a otro; y el top Grimalt Caballero (unos 45 €, unas 1.000 botellas), con los apellidos de los dos propietarios y una versión muy particular de un escudo de armas en la etiqueta. Este vino, que consideran su interpretación más delicada y menos intervencionista de la callet, es pura expresividad mediterránea.

La bodega también colabora con Amadip Esment, una fundación centrada en el trabajo con discapacitados mentales, quienes participan en la vendimia y proceso de creación de Gallinas & Focas (unos 18 €), un tinto de manto negro con un pequeño porcentaje de syrah al que se ha añadido Tanuki Bob (3.000 botellas, unos 14 € en España) en la cosecha 2014. Este último es un monovarietal de manto negro elaborado con parte de raspón y mediante una semi-maceración carbónica, muy fresco, fragante y fácil de beber.

VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA

Tanuki Bob 2014 Tinto
Gallinas y Focas 2014 Tinto
12 Volts 2015 Tinto
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