Poncelet es uno de los grandes nombres del queso en España. De la tienda inicial especializada en quesos artesanos que abriera Jesús Pombo en la calle Argensola de Madrid en 2004, el negocio ha ido creciendo para incorporar un sofisticado centro afinador que controla la maduración y evolución de los productos comprados directamente en origen y, mucho más interesante para los gastrónomos y wine lovers, un innovador concepto de restaurante cuya oferta gira únicamente en torno al mundo del queso.
Inuagurado en 2011, Poncelet Cheese Bar es un amplio, sofisticado y luminoso local que combina distintos espacios: barra de quesos, restaurante y biblioteca en la planta superior destinada a cursos, catas y distintas actividades divulgativas. La oferta incluye 160 referencias de quesos de distintos países (España, Francia, Italia, Suiza Bélgica, Reino Unido, Estados Unidos…) que pueden tomarse independientemente o agrupados en alguna de las numerosas tablas sugeridas en una carta muy visual y organizada que incluye gran cantidad de información sobre cada producto y un “abc” de los conceptos básicos que se manejan en la cata de quesos.
La carta de bebidas se centra fundamentalmente en el vino con unas 100 referencias, que van de los 12-14 € las botellas más baratas hasta los aproximadamente 80 € que pueden llegar a costar algunos oportos o jereces especiales. Se ha conseguido mantener un cierto equilibrio entre las marcas más clásicas y demandadas con propuestas algo más originales (da mucho gusto ver un ribeiro Viña de Martín de Luis Anxo, un Guímaro de Ribeira Sacra o una garnacha riojana de Juan Carlos Sancha) y una pequeña selección de etiquetas extranjeras (borgoñas blancos, riesling, champagne y oporto fundamentalmente) que amplían el espectro de combinaciones gastronómicas. Se ofertan unas 25 referencias de vino por copas entre los 3€ y 5,5 € aproximadamente y hay también un pequeña selección de cervezas artesanas. Existen asimismo dos menús con maridaje a 70 € +IVA que permiten combinar seis platos con cuatro vinos diferentes.
Los más atrevidos, sin embargo, deberían ponerse en manos de Víctor Regalado, responsable de restauración del grupo, o de algunos de sus maestros queseros como Felipe Serrano que pueden llegar a jugar con quesos de distintos grados de maduración y combinaciones tan sorprendentes y aparentemente divergentes como un brillat savarin y un Hito Rosado de la Ribera del Duero.
Junto a las tablas, existe una carta gastronómica en la que todos los platos incluyen el queso en su elaboración. Sin embargo, muchos de ellos se ofrecen también en opción “anti-queso” para quienes no sean tan fans del producto.
Desde 2014 existe un segundo Poncelet Cheese Bar con similares características en cuanto a amplitud de local, filosofía y oferta de producto en Barcelona (Avinguda de Sarrià, 50, Tel.: +34 932 482 200). A.C.
