Pequeña bodega familiar centrada en la producción de vinos naturales y liderada por Joan Ramón Escoda, una figura pionera y de referencia dentro del movimiento natural en España. De hecho, fue fundador de la Asociación de Productores de Vinos Naturales (PVN), participa activamente en numerosas ferias centradas en esta tipología de vinos dentro y fuera de España, y está en contacto con elaboradores de otros países que trabajan con la misma filosofía.
Es, decididamente, uno de los personajes más inquietos y consecuentes del movimiento. A base de viajar descubrió la biodinámica en los viñedos del Loira y, como él mismo dice, “una cosa me llevó a la otra”. En las cosechas 2003 y 2004 añadió sulfuroso antes del embotellado, pero desde 2005 ya no pone nada. Realiza analíticas de todos sus vinos aunque ello no le impide dejarse guiar por su intuición. En 2013 elaboró el equivalente a 40.000 botellas a partir de ocho hectáreas de viña.
La interesante gama de vinos incluye dos blancos de chenin blanc (se nota su pasión por el Loira) con y sin madera, Els Bassots (16 €) y Els Bassotets (11 €) respectivamente, y marcados por sensaciones de pieles, pero con fruta, frescura y expresión. En tintos se mueve entre las variedades mediterráneas y las bordelesas. Junto al más básico Nas de Gegant (11 €), que combina los dos tipos de uvas para dar fruta silvestre, vegetales frescos y recuerdos de zarza, Coll de Sabater (13 €) se apoya en la merlot con acompañamiento de una cabernet franc que aporta notable viveza. Les Paradetes (sumoll, samsó y garnatxa, 17 €) destaca por su acidez y jugosidad, mientras que La Llopetera (17 €) es una monovarietal de pinot noir.
Joan Ramón Escoda mira con gran recelo la moda que se está generando en torno al movimiento natural. Sin ninguna regulación que mida lo que realmente hace cada uno, “llega un momento –afirma– en el que el que tiene que hablar es el vino”. Participa como socio en el Bar Brutal de Barcelona, especializado (como no podía ser de otra manera) en vinos naturales.
