El tópico anglosajón de que las mejores cosas de la vida vienen en porciones pequeñas se podría aplicar perfectamente a la Taberna Averías, un bar de vinos de nombre bien curioso situado en la calle Ponzano de Madrid. La oferta de tapeo de la calle ha crecido tanto en los últimos tiempos, que hasta se ha creado el hashtag #ponzaning, muy útil para quienes quieran tuitear o subir a Instagram sus aventuras gastronómicas en esta zona de Chamberí.
La Taberna Averías es un local diminuto con apenas una barra y tres mesas altas con taburetes, pero su excelente carta de vinos compensa las estrecheces. No en vano ha sido finalista de los IWC Merchant Awards para España en 2016 y 2017 y recibió el premio Metrópoli 2017 al mejor bar de tapas o enoteca.
La oferta gastronómica es algo más corta pero de gran calidad y va más allá del tapeo habitual (alcachofas confitadas, ensaladilla rusa, sabrosos tomates con atún y cebolla o la clásica selección de quesos españoles) para ofrecer platos de fusión bastante poco habituales como la deliciosa empanada de rabo de toro, una masa fina y crujiente de rabo estofado, o el stroganoff de secreto ibérico, un corte de cerdo muy tierno guisado con pimentón y champiñones.
Junto a las 500 referencias de vinos, existe una notable selección por copas que se muestra en las pizarras del local. Destacan los vinos de Jerez con propuestas poco habituales como la manzanilla en rama Sacristía AB, seleccionada por Antonio Barbadillo Mateos. Con sus notas doradas, nariz de almendra salada y heno y gran concentración en boca, es el tipo de vino que puede con cualquier plato aunque a 6,60 € la copa, hay que pagar para disfrutar de su complejidad. Mi acompañante, amante de los blancos, disfrutó con un Pepe Luis (5 €) de Bodegas Albamar (Rías Baixas) con nueve meses de crianza con lías. Es un albariño que va más allá de las típicas notas de fruta de hueso y tiene un paladar muy consistente y tostado, con sabores de resina y piel de cítrico.
En cuanto a los tintos, el Sincronía Negre (3,30 €) es un original coupage de Mallorca que combina las variedades locales callet y manto negro con syrah y merlot. Ligero, fresco y muy frutal (picotas), es una opción desenfadada y fácil de beber si se sirve ligeramente frío. A.H-N.
