Bodega de gran trascendencia para entender el reciente boom de las garnachas de Gredos, la región que se extiende a lo largo de los valles del Alto Alberche, Alberche y Tiétar y en la que confluyen tres provincias (Ávila, Madrid, Toledo), tres comunidades autónomas (Castilla y León, Madrid y Castilla-La Mancha respectivamente) y tres denominaciones de origen (Cebreros, Vinos de Madrid y Méntrida).
Detrás están dos personajes clave en el resurgimiento de Gredos: Dani Landi, que cuenta también con su propio proyecto en la zona tras abandonar la bodega familiar de Méntrida Jiménez-Landi; y Fernando García, enólogo a su vez de Bodega Marañones (Vinos de Madrid). Su compromiso con la región es total: “Queremos saber hasta dónde podemos llegar con la variedad y con el terruño” dice Fernando García y, de hecho, ahora mismo elaboran en los tres valles que hemos descrito más arriba. Para ello han recuperado algunos viñedos extremos en altitud y accesibilidad, intentan alargar los ciclos para conseguir maduraciones más lentas, vinifican con raspón y con extracciones tremendamente suaves (la idea es “tocar lo menos posible”) y apuestan por crianzas con lías en barricas de gran tamaño o fudres. La filosofía es totalmente borgoñona y Francia es su modelo en cuanto a concepción del terreno (vinos de región, de pueblos y crus) y búsqueda de mineralidad en los vinos.
El nombre de la bodega evoca su época de infancia con la famosa serie de dibujos animados Comando G en la que cinco jóvenes defienden la Tierra de las amenazas del espacio exterior. La “G”, de Gredos, garnacha y granito, les venía que ni al pelo y se estrenaron en la cosecha 2009 con La Bruja Avería (el nombre de otro programa infantil de la época), su divertido, frutal y goloso tinto de entrada de gama (15 €, 28.000 botellas) renombrado como Bruja de Rozas por el municipio de origen (Rozas de Puerto Real), en el inicio del valle del Tiétar (Madrid).
En este mismo municipio está el viñedo del que sale Rozas 1er Cru (30 €), elaborado con viñedos situados en la falda de la montaña a unos 900 metros de altitud y un fiel reflejo de lo que pueden ofrecer las zonas más frescas de Gredos. Por encima (en precio y altitud) está la primera viña que elaboró Comando G. Las Umbrías (90 €) procede de una parcela de media hectárea y cepas de unos 60 años situadas en lo alto del llamado monte de los Corzos (1.000 metros), con los característicos suelos de granito de la zona y algo de arcilla roja.
Otros vinos de viñedo (el equivalente a sus crus) son el fresco y muy atlántico en carácter Rumbo al Norte (90 €), situado en Navarrevisca (valle del alto Alberche, Ávila) a 1.150 metros, donde las cepas crecen junto a enormes rocas que dificultan notablemente las labores de campo. Al otro lado del río, en la cara norte y a 1.200 metros está el viñedo del que sale su blanco El Tamboril (32 €), con base de garnacha blanca y garnacha gris. En el mismo valle pero en el municipio de Villanueva de Ávila, Tumba del Rey Moro (60 €) es una viña prácticamente vertical, de 70 años y orientación norte con las cepas plantadas entre robles, castaños e higueras. De ahí sale una garnacha luminosa y de largo recorrido.