Bodega Pérez Barquero | Spanish Wine Lover

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BODEGAS

Una de las grandes referencias de calidad de Montilla-Moriles, la bodega se fundó en 1905, aunque inició su época moderna en 1985 con la compra por parte de las familias Córdoba, Ruz y Gracia.

La cara visible de la firma desde entonces ha sido Rafael Córdoba, actual presidente y consejero delegado, y también el accionista mayoritario. Bajo su dirección se ha consolidado la marca Gran Barquero y se han realizado sacas limitadas de las soleras más antiguas, algunas de las cuales se remontan a la época fundacional.

Pérez Barquero es en realidad la punta de lanza de un grupo que incluye también las bodegas Gracia Hermanos, Tomás García y Compañía Vinícola del Sur, y que cuenta con 140 hectáreas de viñedo en las dos grandes zonas de calidad de la denominación, Sierra de Montilla y Moriles Alto, además de otras 70 en los términos de Santaella y Aguilar de la Frontera. Los mejores viñedos están plantados en zonas de altitud sobre suelos blanquecinos y de marcado carácter calcáreo similares a las albarizas jerezanas; son fuente de mineralidad y sapidez. Todas las marcas principales se elaboran con uvas propias y lo que se compra representa algo menos de un tercio de sus necesidades.

Aunque los vinos más famosos de la región son dulces elaborados con uvas de pedro ximénez asoleadas, Montilla-Moriles produce los mismos estilos que sus vecinos jerezanos del sur. La prueba es la línea Gran Barquero que incluye un fino, un amontillado, un oloroso, un PX dulce y un interesante palo cortado recientemente incorporado a la gama. Los Gran Barquero son el auténtico estandarte de la bodega: buenos representantes de sus respectivos estilos y con excelente relación calidad-precio. Los precios se mueven desde los aproximadamente 10 € del fino de 8 a 10 años de vejez pasando por los 19 € de amontillado, oloroso y PX, a los 32 € del palo cortado. Estos últimos tienen 25 años de vejez con excepción del dulce de PX que tiene seis. La bodega elabora también una versión en rama del fino Gran Barquero (15 €).

Creada en 1975, la marca Gran Barquero es relativamente reciente, aunque el logo del barquero transportando botas de vino (una por cada uno de los tres hermanos fundadores) data de los años 50 y evoca los tiempos en los que el Guadalquivir era navegable hasta Córdoba.

La gama de vinos dulces se completa con un PX de añada y el top La Cañada (43 €, 25 años de vejez), con una presentación que refuerza el carácter de vejez. Una acertada y relativamente reciente novedad es la recuperación del vino tradicional de tinaja que se comercializa con el nombre de Fresquito (8,5 €) y que pasa ocho meses bajo flor en los clásicos recipientes de la zona.

Los vinos viejos son escasos y difíciles de conseguir. Las fechas que aparecen en las etiquetas no se corresponden con la añada (la bodega no comercializa crianzas estáticas de vinos viejos) ni con la fecha de creación de la solera, sino que hacen referencia a momentos clave en la historia de Pérez Barquero. Los más antiguos, que datan de la época de creación de la bodega, se han comercializado como 1905 Solera Fundacional (en alusión a la fecha de fundación de la bodega) en versiones de amontillado, oloroso y PX. Se realizó una primera saca de 1,000 botellas en 2002, y una segunda saca también de 1.000 botellas en enero de 2016 identificada como “Serie B”.

Los 1955 Solera Cincuentenario, que incluyen también un palo cortado, representan un paso intermedio entre los Solera Fundacional y los Gran Barquero y se limitan a sacas de 250 botellas. En todos los casos estamos hablando de vinos de gran profundidad, intensidad y persistencia, comparables a los de las mejores bodegas jerezanas.

Como muchas otras bodegas del sur, Pérez Barquero también elabora brandy, vermut y vinagre con DO Montilla-Moriles además de tintos que se comercializan con el indicativo de VT Córdoba. Entre todas las categorías suman unos tres millones de litros al año, un 45% de los cuales se destina a la exportación con presencia en medio centenar de países.

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