Pasión por el vino español

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Ni es una agrupación de viticultores ni se hace vino, pero La Cooperativa conserva el nombre original de los propietarios de este edificio en el centro de Porrera, en el corazón del Priorat.

En lugar de tinas y cajas, el local que Litus (el nombre viene de Carlitos) y Mía gestionan desde hace 12 años es ahora un acogedor restaurante con techos abovedados y un puñado de mesas cubiertas con hules de colores y pequeños jarrones de flores y botellas de vino vacías decorando las paredes. Lejos de los locales pseudo-vintage, tan numerosos como previsibles en estos tiempos, se agradece la decoración y el ambiente sencillo y relajado de La Cooperativa.

La cocina sigue también esa línea, con platos tradicionales que priman el sabor y el producto de calidad sobre consideraciones estéticas. Mía, que durante años tuvo un restaurante en Barcelona, cocina con las verduras ecológicas de su huerto siempre que se puede, utiliza aceite de la DO Siurana, hace los postres en casa y trabaja con proveedores de la comarca aunque, como explica Litus, “compramos lo más cercano posible, pero sobre todo, lo que buscamos es que tenga calidad”.

Cambian la carta según la temporada, pero hay platos que son habituales como el delicioso y tierno conejo cocinado con distintos acompañamientos (15,5 €), el gallo confitado (17,5 €), las albóndigas con cabrito o una original variedad de ensaladas como la de lechuga, judías y humus de calabaza o la de rúcula con tomate seco y parmesano.

Ya no tienen menú del día pero sí que ofrecen precios más ajustados entre semana a su clientela, compuesta principalmente por enoturistas extranjeros y gente del sector del vino y por visitantes de Cataluña los fines de semana. Los bodegueros de la zona también son habituales en el comedor de La Cooperativa, ya que Litus y Mía les permiten descorchar sus propias botellas cuando vienen con sus clientes.

Como no podía ser de otra manera en un restaurante que valora el producto de proximidad, en la carta de vinos dominan las referencias del Priorat, que Litus conoce muy bien y sirve en copas de calidad.

Están representados todos los productores de Porrera, una buena parte de los de Priorat y muchos de Montsant, pero también tiene algunas referencias muy escogidas de fuera (varios de Piamonte, aligoté de Mikulski, garnachas de Gredos, mencías de Raúl Pérez y Verónica Ortega, xarel.los del Penedès…) especialmente pensadas para la gente local que quiera probar vinos de otras zonas.

El coste del vino es muy razonable ya que se vende a precio de tienda más 5 € de descorche si se toma en el restaurante. Y es que La Cooperativa también es tienda de vinos, aunque “un tanto sui generis”, según Litus, “porque no tiene horario fijo pero si te asomas al restaurante, te atendemos enseguida”.

Durante los fines de semana de julio y agosto, La Cooperativa mantiene ese ambiente relajado y tranquilo pero traslada el comedor a la terraza frente al restaurante. “Es como cenar en el salón de casa, pero en la calle”, asegura Litus. Y.O.A.