Contaba Pedro Ballesteros en un interesantísimo artículo publicado en Spanish Wine Lover cómo el carbón trajo la prosperidad económica a Asturias, contribuyendo a un mayor consumo de vino fino al tiempo que catapultaba al olvido el viñedo de Cangas. Hoy en día, añade el Master of Wine, el Principado sigue siendo una de las regiones españolas con mayor consumo de vino tinto por persona algo a lo que, sin duda, habrá contribuido Ramón Coalla, propietario de Coalla Gourmet, una de las tiendas de gastronomía de calidad más interesantes de España.
Fueron sus padres, José y Elisa, quienes fundaron en 1955 una pequeña tienda de alimentación en el centro de Gijón. Hoy en día Coalla Ultramarinos sigue en funcionamiento con la infatigable Elisa todavía detrás del mostrador, pero el negocio se ha ampliado con otras dos tiendas —una más en Gijón, de la que escribimos hoy, y otra en Oviedo—, una tienda online y un negocio de distribución de vinos y alimentación gourmet que lleva con otro socio. En total, son 50 personas trabajando en la empresa pero Ramón se sigue autodefiniendo como “tendero”.
Como tal, no es difícil encontrar a Ramón detrás del mostrador o en su pequeña oficina en el altillo de la tienda de la calle San Antonio, un luminoso y amplio local con un espectacular aparador de quesos, jamones colgando del techo, fruta fresca y estanterías en las que hay desde charcutería a caviar o conservas selectas y cientos de botellas de vinos del mundo cubriendo las paredes. Un aficionado a la gastronomía se siente allí como Charlie Bucket en la fábrica de chocolate de Willy Wonka. “En Navidad, la cola para comprar la bandeja de embutidos que preparan sale hasta la calle y da la vuelta,” cuenta David Barro, sumiller y jefe comercial de la distribuidora del grupo.
La tienda gourmet existe desde 1999, pero cuando se trasladaron a esta dirección en 2014 instalaron una barra de degustación con mesas altas donde se pueden tomar todos los productos que se venden en Coalla, incluidos los deliciosos quesos locales gamoneu y teyedu, acompañados de alguno de los cientos de vinos que llenan las estanterías y de las que salen unas prácticas bandejas metálicas para que los clientes puedan apoyar las copas y las tapas. Y aunque los camareros van todos uniformados con una elegante chaquetilla blanca, el bar es un lugar informal y muy popular, especialmente a mediodía y por las tardes-noches (Coalla Gourmet abre ininterrumpidamente de 9:30 a 23:00 de lunes a sábado).
“La gente busca diversión”, comenta Ramón Coalla, cuyo hijo Gonzalo, de 25 años, está aprendiendo el oficio en el mostrador, desde abajo y como un empleado más. “Tanto a él como al resto de los trabajadores les tengo prohibido que hablen de taninos y utilicen palabras técnicas.”
Para acompañar tapas como la tosta de bonito con pimientos y vinagreta de wasabi (3,90 €), los mejillones Güeyu Mar (8,90 €) o las chacinas de Joselito (12 €), en el wine bar de Coalla sirven, además de sidra, cerveza y vermut, una más que interesante veintena de vinos por copas que incluye generosos, espumosos, blancos, tintos, algún rosado y algún vino dulce. Los precios oscilan entre los 2,50 € por copa (de buen cristal, bien servida y a buena temperatura) y los 6,80 € que costaba un champagne reserva de Jean Lallement. Los clientes que prefieran pedir una de las más de 2.000 referencias disponibles en botella lo pueden hacer sin coste extra de descorche para vinos a partir de 15 €. Para las botellas más económicas, el precio se redondea a 15 €.
Para mantener en buen estado los vinos tranquilos y los espumosos tienen un sistema de conservación (ver imagen) inventado por un cántabro que, según Barro, funciona genial. “Dura hasta 15 días y es bastante más económico que el Coravin”.
Coalla es un defensor convencido del producto local de calidad. Junto con la bodega Monasterio de Corias de Cangas elabora y comercializa Escolinas, una colección de vinos elaborados con variedades autóctonas. Ya han lanzado dos blancos, uno de ellos con crianza en barricas de castaño asturiano, y a finales de 2019 presentan otros dos tintos. Y.O.A.
