Este restaurante familiar se encuentra no muy lejos de la Reserva Natural Integral de Muniellos, uno de los robledales mejor conservados de Europa, en el occidente asturiano.
El Bar Blanco lleva medio siglo abierto en el corazón de la única zona vinícola de Asturias, en Cangas de Narcea, a una hora de Oviedo. Desde allí los hermanos Pepe y Enrique “Quique” Ron Linde -que tomaron el relevo de su madre, Engracia- ofrecen gastronomía de calidad, apostando por la innovación, pero sin dejar de lado la tradición y cuidando con mimo el producto local, tanto en los fogones, como en la bodega, donde destacan los vinos de la zona.
El Blanco, con una fachada humilde que recuerda a los chigres o sidrerías asturianas de toda la vida, está situado en la calle Mayor de Cangas y está dividido en dos espacios. Nada más entrar se accede a la sala más grande, donde está la barra de madera rústica, de esas con un carácter añejo que esconde miles de historias, así como algunas mesas donde picar algo, mientras que el comedor del restaurante está en una sala aparte, a la que se accede desde el fondo del bar. La pequeña y encantadora salita, que apenas cuenta con cinco mesas, está decorada al estilo tradicional, con muebles de madera y manteles y servilletas de tela blancos.
El menú cambia, aunque algunos clásicos, como los callos, suelen tener presencia continua. En los meses cálidos incluye entre las opciones una ensalada de tomates de Corias, por ejemplo, que como Quique explica “son tomates cultivados aquí al lado” y que merece mucho la pena degustar. A lo largo del año el menú se va amoldando a las estaciones, y en el mismo conviven platos como setas shiitake salteadas con jamón ibérico y huevos, croquetas de jamón (9.50 €), zamburiñas de Cambados a la plancha, tataki de salmón marinado con algas y salsa teriyaki (13.50 €), callos caseros (12 €), garbanzos con chipirones (14.50 €) o pote de berzas (10 €). El salmonete sin espinas (24.50 €) es de lo más exquisito que tienen en la carta.
La carta de vinos incluye varias bodegas de la zona, como Bodega Vidas, Monasterio de Corias o Dominio del Urogallo, destacable por la rareza que es encontrar una selección variada de vino asturiano en los restaurantes de la región. Asimismo, tiene una selección de vinos españoles que incluye zonas como Ribeira Sacra, La Orotava o el Priorat, entre otras.
La inquietud y ganas de innovar de Quique, sumiller y responsable de sala, le han llevado a experimentar con los destilados y la coctelería, algo que le viene de familia. Por eso no sorprende que Quique se haya lanzado a crear su propio vermú junto con el bodeguero Nicolás Marcos y Nacho Cuevas Capín. Este nuevo vermú, llamado Búpili! y elaborado a partir de vino de Cangas, concretamente con la variedad albillo, es, en palabras de Quique, “de trago seco y muy amargo”. Y por supuesto, está disponible en el Blanco. M.R.G.