Pasión por el vino español

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El casco histórico de Teguise, la antigua capital de la isla de Lanzarote entre los siglos XV y XIX, con estatus de Conjunto Arquitectónico Histórico-Artístico, es el lugar en el que se sitúa el Palacio Ico. Este edificio restaurado del siglo XVIII, antigua residencia de la artista suiza Heidi Bücher, es desde 2018 el hotel Palacio Ico. Y es allí donde se encuentra el restaurante R Restaurant, fundado por Santi Benéitez y Begoña Ratón, compañeros de vida y de trabajo.

Con una carta que es un recorrido por el mundo, con guiños a las Islas Canarias y con platos que miran hacia Latinoamérica y Asia, Santi, el responsable de la cocina, ha tenido claro desde los inicios que el producto de calidad era su gran apuesta.

Así, su cocina de base catalana y amplias influencias internacionales es imaginativa, viajada, reinterpretando sabores populares, poniendo en contexto la historia que tienen detrás algunos de los ingredientes, y explorando combinaciones inesperadas. Como el menú está planteado como tapas para compartir, es fácil disfrutar en una comida del recorrido de sabores, texturas y aromas que propone Santi.

Una buena muestra de esa mezcolanza de influencias que tan bien maneja el chef salmantino es aloe en tempura, o su ramen, una fusión de la tradición japonesa con el tradicional puchero canario. Otras opciones incluyen ceviches o su tiradito de cantarero con mojos hervidos y tomates verdes. Destaca también el pescado frito entero sellado en mojo rojo y frito en aceite de oliva virgen extra. El postre Todo Millo, compuesto de merengue, crema y polvo de maíz, es un guiño a esos lazos invisibles que unen a las islas con Latinoamérica, y a su vez, una preciosa escultura comestible que homenajea a César Manrique, el artista lanzaroteño más internacional.

La bodega es toda una declaración de intenciones. En la carta de vinos, exclusivamente canaria, se encuentran viticultores autóctonos reconocidos a nivel internacional, como Suertes del Marqués o Envínate, pero también aparecen otras bodegas que han empezado su andadura más recientemente, como es el caso de la lanzaroteña Puro Rofe, o el joven Pablo Matallana, con proyectos en varias islas del archipiélago.

Santi y Begoña, la pareja que está detrás del restaurante, eran profesionales de la industria de la moda y residían en Barcelona. Su trabajo les permitía viajar a menudo, lo que convirtieron en una oportunidad de oro para poder visitar muchos de los mejores restaurantes del mundo. Asimismo, Santi pasó tiempo haciendo stages en diferentes restaurantes, aprendiendo y nutriéndose de experiencias, hasta que su pasión por la gastronomía le hizo dejar atrás su carrera anterior. De este modo, la cocina se convirtió en su profesión y Lanzarote el hogar elegido para llevar a cabo su cambio de vida.

Su equipo en el restaurante ofrece un servicio ejemplar, con atención a los detalles y con un conocimiento exhaustivo de la carta y del producto, sabiendo transmitir la filosofía del chef.

La decoración del restaurante, con mucha madera vista y colores neutros, una preciosa luz natural y cuadros y detalles que brindan homenaje a la artista Heidi Bücher, invita a extender las sobremesas y tomarse tiempo no solo para disfrutar de la comida, sino también de ese encantador espacio. M.R.G.