Pasión por el vino español

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Sobre el papel y con la única referencia del nombre y la ubicación, podría ser uno de tantos chiringuitos que dan servicio a las piscinas municipales de miles de pueblos de España, pero el de Villacarriedo es mucho más que refrescos, cervezas frías, helado y futbolín.

Ubicado en un pueblo pasiego a 40 minutos de Santander, Las Piscinas es un establecimiento de referencia para los habitantes y visitantes de Cantabria y un secreto a voces entre muchos aficionados al vino, que acuden a este restaurante atraídos por una oferta de vinos generosa en tamaño y razonable en precio.

Su propietario, Ildefonso “Fonso” Fernández, un tipo cercano que disfruta de su trabajo, asegura que tiene más de 400 referencias. Como en la carta “oficial” solo aparecen unas 50, que son las más conocidas y de mayor rotación, lo mejor es explicarle a Fonso lo que uno quiere y dejarle que indague en su bodega. En ella lleva guardando vino durante 30 años, desde que abrió el restaurante, así que hay un poco de todo, incluidas añadas viejas, vinos de pequeños productores y un puñado de clásicos nacionales y extranjeros. Si el jefe está ocupado, su ayudante Juanjo también conoce bien la parte líquida. “Cata mucho mejor que yo”, asegura el dueño de Las Piscinas.

De la cocina de este establecimiento, donde el trato siempre es familiar y agradable, se encarga María Jesús López, la mujer de Fonso. Los platos que prepara son sencillos, sabrosos y tradicionales como las albóndigas, las rabas o los deliciosos pimientos rojos caseros con anchoas. En primavera, cuentan los que saben que no se deben dejar pasar los perrechicos mientras que pescados, guisos y carnes como el lechazo, el cabrito y el chuletón se sirven en su punto y en cantidades generosas todo el año. Los postres, como la tarta de queso, la de galleta o el flan, son también caseros.

Además de la barra y los cuatro comedores de Las Piscinas, con manteles de tela y decoración rústica, la terraza es un espacio tranquilo y agradable que da mucho juego en las tardes de verano, donde se puede seguir disfrutando de la bodega de Fonso. Y.O.A.