Familia Torres es un peso pesado del vino español que también elabora en Chile y California. Cuenta con 2.000 hectáreas de viñedo en propiedad repartidas entre Penedès, Priorat, Costers del Segre, Conca de Barberà, Rioja, Ribera del Duero, Rías Baixas y Rueda; y posee bodegas propias en todas estas regiones con excepción de Conca de Barberà. A finales de 2016 lanzó su primer espumoso, que no está adscrito a ninguna DO, bajo la marca Vardon Kennett.
Lo más importante: sigue siendo una empresa familiar con gran presencia de marca a nivel internacional. Sus vinos se venden en 150 países y durante nueve años ha sido considerada la marca más admirada de Europa por la publicación Drinks International. La exportación, de hecho, estaba en la base misma del negocio. Jaime Torres Vendrell fundó la empresa en 1870 junto a su hermano Miguel. Jaime, recién llegado de Cuba, tenía la idea de vender vino al continente americano. La segunda generación, con Juan Torres Casals, marca el inicio de la destilación de brandies, mientras que la tercera generación, bajo la batuta de Miguel Torres Carbó, impulsa el vino embotellado y activa de manera importante la exportación.
Familia Torres siempre fue una empresa innovadora y pionera. La marca Coronas se registró en 1907, el brandy Torres 10 aparece en el mercado en 1946 y el vino mediterráneo por excelencia de la casa, Sangre de Toro, comienza a comercializarse en 1954. La incorporación de Miguel A. Torres, miembro de la cuarta generación, trae las variedades foráneas al viñedo del Penedès que se traducirán en distintas etiquetas de su gama más alta: Milmanda (chardonnay, 62 €, DO Costers del Segre), Fransola (sauvignon blanc, 25 €, DO Penedès), Waltraud (riesling, 19 €, DO Penedès) Mas Borrás (pinot noir, 30 €, DO Penedès, que ya solo se vende en exportación) y sobre todo el cabernet sauvignon Mas La Plana (85 €, DO Penedès), inicialmente llamado Gran Coronas Etiqueta Negra, que ganó a notables vinos bordeleses en la famosa cata a ciegas organizada por la revista francesa Gault Millau en 1979. Posteriormente se incorporó Reserva Real (277 €, DO Penedès), un ensamblaje de cabernet sauvignon, cabernet franc y merlot que conmemora la visita del entonces rey Juan Carlos I a las bodegas en 1995 con motivo del 125 aniversario de su fundación.
En los últimos años se ha llevado a cabo una importante labor de identificación y recuperación de variedades autóctonas en viñedos catalanes, dos de las cuales (garró y querol) se emplean ya en la elaboración de Grans Muralles (unos 170 €), su tinto procedente de la DO Conca de Barberà. En esta zona se elabora también un segundo chardonnay, Sons de Prades (26 €). Además, hay un nuevo tinto en DO Penedès, Vinyarets (12 €), con el foco puesto en variedades locales ya que combina garnacha, tempranillo y sumoll. Otras novedaddes importantes de los últimos años es la nueva bodega de Costers del Segre Purgatori y la incorporación a la gama de vinos de Priorat compuesta hasta ahora por Salmos y Perpetual del nuevo vino de paraje Mas de la Rosa.
Todos los llamados “vinos de pago” se elaboran en una bodega independiente dentro de las instalaciones que posee la compañía en el municipio de Pacs del Penedès a la que se ha bautizado con el nombre de la esposa del presidente: Waltraud. Existe también una sala específica destinada a la vinificación del cabernet Mas La Plana.
Las marcas más populares de la casa que se mueven en el ámbito de la relación calidad-precio y que se comercializan como DO Catalunya (los blancos Viña Esmeralda y Viña Sol o los tintos Sangre de Toro, Gran Sangre de Toro y Coronas) han salido del paraguas de Familia Torres. Lo mismo ocurre con el blanco Gran Viña Sol y la gama Atrium que permanecen como DO Penedés.
Miguel A. Torres es uno de los pocos españoles que se han alzado con el reconocimiento de Decanter Man of the Year (2004). Además, ha sido la primera "personalidad del vino español" en los International Wine Challenge Merchant Awards España. Muy preocupado por el cambio climático, ha impulsado una política respetuosa con el medio ambiente que incluye una serie de compromisos en la reducción de las emisiones de CO2, mantenimiento de la biodiversidad, edificación sostenible, energías renovables, gestión de residuos o reducción del consumo energético. También ha sido el gran impulsor de WfCP (Wineries for Climate Protection), la primera certificación específica para el sector del vino en materia de sostenibilidad medioambiental que otorga en nuestro país la Federación Española del Vino. Más recientemente ha constituido junto a otra compañía familiar norteamericana, Jackson Family Wines, el grupo International Wineries for Climate Action que pretende aglutinar a los productores de vino más comprometidos con el medio ambiente para conseguir una reducción del 80% en las emisiones de CO2 en el conjunto de la industria del vino mundial.
La llegada de la quinta generación se ha hecho conforme a un estricto protocolo familiar que en 2012 colocó a su hijo Miguel Torres Maczasseck en la dirección general de la compañía, mientras que su hermana Mireia se encuentra al frente del departamento de I+D+i y Jean Leon. Las instalaciones de Pacs del Penedès reciben cerca de 70.000 visitantes al año y ofrecen numerosos tours, actividades, catas y experiencias gastronómicas. La compañía facturó 258 millones de euros en 2018.
