Alvear Montilla Moriles | Spanish Wine Lover

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BODEGAS

Es una de las bodegas más antiguas de España. Fundada en 1729 por Don Diego de Alvear y Escalera, sigue en manos familiares con la séptima y octava generación al frente. Las instalaciones de elaboración se dividen entre el Lagar de las Puentes, en la Sierra de Montilla, principal zona de calidad de la denominación gracias a sus suelos marcadamente calcáreos, y la llamada Casa Central, un conjunto de edificios que se extienden por unos 60.000 metros cuadrados en la localidad de Montilla. Casi la totalidad de las 6.000 botas de crianza de entre 500 y 600 litros con que cuenta la bodega se encuentran en este último emplazamiento en el que destaca la vieja bodega “de la Casa” del siglo XVIII que alberga las soleras más viejas.

La base de los vinos son 150 hectáreas de viñedo en propiedad (todo de la variedad pedro ximénez) más otras 200 que se adquieren a viticultores locales.

La mayoría de las marcas actuales y las elaboraciones de brandy proceden de principios del siglo XX bajo la dirección de Francisco de Alvear, conde de la Cortina, cuando también se adquirieron numerosos viñedos y se ampliaron las bodegas. La emblemática marca de fino C.B. es anterior. Tiene su origen en el capataz Carlos Billanueva, que fue asistente de Diego de Alvear y Ponce de León, militar defensor de Cádiz frente a los franceses. Reconvertido en enólogo-capataz, marcaba las mejores botas con sus iniciales.

Muchos Alvear ilustres se hicieron cargo de la bodega a lo largo de la historia. Sabina de Alvear y Ward, de la rama inglesa de la familia, abrió los mercados de Reino Unido en el siglo XIX. Están documentadas también frecuentes visitas de la emperatriz Eugenia de Montijo a la bodega, así como de Prosper Merimée, autor de la novela que inspiró la famosa ópera Carmen.

Los vinos están basados en la uva blanca pedro ximénez, mayoritaria en esta región cálida y soleada en la que se empieza a vendimiar en agosto, y con gran potencial de azúcar. Esto permite que los finos no necesiten ser encabezados y que en su versión pasificada la pedro ximénez pueda alumbrar uno de los vinos dulces más densos y pastosos del mundo, el llamado PX.

Alvear elabora en la actualidad brandies, vinagres, vermut y vinos secos (blancos jóvenes), dulces y generosos (finos, amontillado y olorosos), siendo los dos últimos grupos los más significativos. Los finos incluyen C.B. (con un mínimo de cinco años mínimo de crianza y unos 5,5 €), el Fino en Rama (11 €) y el gran estandarte, el Fino Capataz Solera de la Casa (19 €) que, con 12 años de crianza, raya ya en la frontera del amontillado.

Forma parte de lo que la casa se denomina desde hace un tiempo "vinos míticos". Las botellas se reconocen rápidamente por su cuidado packaging de estilo vintage. En este grupo está también el amontillado Carlos VII (más de 20 años, 18 €), el oloroso “abocado” Asunción con 25 años de vejez media (16 €) y, con alrededor de 20 años de envejecimiento, los más novedosos Palo Cortado Nº 7 (24 €) y Oloroso Catón (21 €).

La importante gama de PX arranca con el joven de Añada (10 €), una innovación propia de Alvear, así como el trabajo en crianza estática frente al sistema tradicional de soleras de la zona que iniciaron con el complejo Dulce Viejo con más seis años de crianza y han continuado con una gama sacristía que ofrece un amplio abanico de cosechas a la venta de forma simultánea con precios entre los 20 y 45 € aproximadamente. Su acercamiento al sistema tradicional de soleras, que copa la mayor parte de producción de esta categoría, es el PX 1927 (13 €).

Alvear también ha realizado embotellados muy limitados de vinos como el legendario PX Solera 1830 (90 €) que muestra el grado de complejidad y finura que puede alcanzar un gran PX viejo; el amontillado Solera Fundación (100 €), que procede de soleras antiquísimas de la familia o el rarísimo Palo Cortado Abuelo Diego (95 €), una categoría no demasiado habitual en Montilla que ofrece niveles de concentración casi extremos.

En los últimos años, la bodega se ha centrado en crear una nueva gama de blancos que refleje los grandes terruños de la región, de manera similar a la nueva hornada de vinos de jerez sin encabezar. Inicialmente en colaboración con Envínate, el punto de atención fueron las marcadas diferencias generadas por la altitud y las orientaciones y el trabajo con las viejas tinajas de cemento de la familia en el Lagar de las Puentes situado en plena sierra.

Bajo la marca Tres Miradas, la gama incluye un vino de pueblo (unos 12,5 €, en torno a 25.000 botellas) y varias experiencias parcelarias (La Viña de Antoñín, El Garrotal o Cerro Macho) con precios ente los 14 y 20 €. En una segunda etapa, en este caso en colaboración con Ramiro Ibáñez (Cota 45), se ha creado una línea de fermentación y crianza en bota bajo velo de flor que no solo aporta una complejidad y profundidad extra, sino que ayuda a realzar cada terruño. Los primeros en salir al mercado son Viña de Antoñín, Cerro Franco y Cerro Macho en la cosecha 2019 con precios en el entorno de los 25 €.

Alvear ofrece visitas diarias guiadas en cuatro idiomas (castellano, inglés, francés y alemán). También se proponen catas de iniciación a los vinos de Montilla o hacer un alto para tomar tapas y vinos en la taberna restaurante Las Llares, ubicada en la propia bodega.

Desde finales de la década de los noventa, la familia está presente en Extremadura a través del proyecto de vinos tintos Palacio Quemado.

Los vinos pueden adquirirse en la tienda online de la bodega.

VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA

Alvear Fino CB
Alvear Fino en Rama 2008
Alvear Pedro Ximénez de Añada 2011
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