Pasión por el vino español

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Ubicado en una antigua bodega del siglo XVII restaurada con mucho gusto tras el incendio que destruyó el edificio en 2001, este restaurante de Casalarreina, a pocos kilómetros de Haro, es muy acogedor a pesar de su gran tamaño. Ayuda una decoración cuidada, la madera de los techos y la división del espacio en cinco salones y dos terrazas, una exterior y otra interior desde la que se contempla un cuidado jardín con más de 1.000m².

Al frente del local está Ángel Pérez Aguilar junto a su mujer Mª Ángeles Alonso, que trabaja en la sala junto a un equipo joven y atento que gestiona eficazmente el ajetreo de un restaurante con espacio para 200 comensales.

Como es de esperar en un restaurante con mucho comensal que viene de turismo, en la cocina se preparan platos tradicionales de Rioja como el cordero asado o la menestra, pero también otros en los que entran en juego los productos de temporada y la creatividad como las alcachofas con foie fresco o el tataki de buey con tataki especiado. En los postres destaca la finura de la tarta templada de manzana.

Los aficionados al vino también pueden pedir a Sergio Mujico (en la foto), el joven y entusiasta sumiller que gestiona la parte líquida desde 2016, que les acompañe a echar un vistazo a las dos bodegas subterráneas o calados que hay debajo del restaurante.

La más pequeña se reformará en breve para adecuarla como sala de catas o para tomar un aperitivo antes de pasar al restaurante, mientras que la más amplia sirve de almacén para guardar las más de 400 referencias de vino que tienen en la carta en unas condiciones de temperatura, luz y humedad perfectas durante todo el año. Allí también se almacenan botellas de añadas antiguas y olvidadas que no están a la venta pero que son un testimonio de su compromiso con el patrimonio de esta tierra de vino.

Si la cocina de La Vieja Bodega es riojana en esencia, los vinos comparten también esa filosofía con referencias de los grandes productores clásicos, así como otros más jóvenes o productores pequeños de toda la denominación que Sergio está en proceso de actualizar. También hay unos pocos representantes de otras regiones de España, de zonas como Galicia, Bierzo o Cataluña. “Queremos que la carta sea un valor en sí mismo”, dice Ángel. Y.O.A.