A pesar de ser una de las bodegas más conocidas de Lanzarote, Los Bermejos se fundó en 2001 pero está construida junto a una casona del siglo XVIII que perteneció a una de las familias más destacadas de la isla y que exportaba malvasía a Estados Unidos para traer madera de Virginia. El nombre de Los Bermejos viene de la finca donde se encuentra, en el paraje de Juan Bello, una de las zonas principales de cultivo de uva en la isla canaria, en el término municipal de San Bartolomé.
Los Bermejos trabaja con 350 viticultores que entregan más de 800.000 kg de uva cada año, aunque hay variaciones grandes en producción según la añada. Esta cifra hace que sea, junto con Bodegas El Grifo, a apenas dos kilómetros de distancia, la mayor productora de vino de la isla.
La variedad principal con la que que trabajan es la autóctona malvasía volcánica, un cruce espontáneo entre la malvasía aromática y la bermejuela. Según Ignacio Valdera, socio y enólogo de Los Bermejos, la malvasía volcánica tiene menos potencial aromático pero más boca que la aromática.
Los Bermejos cuenta con algún viñedo en propiedad, aunque solo supone el 10% de su producción, con rendimientos que no superan los 1.000kg/Ha en las viñas cultivadas en hoyo en La Geria y recubiertas de rofe, la ceniza volcánica que surgió tras las erupciones de 1730-1736. Es un suelo poroso, que drena muy bien los apenas 150 litros/m2 de agua que caen anualmente en esta isla semidesértica donde la vendimia suele comenzar en julio —el primer lugar del hemisferio norte—, y que mantiene con humedad la tierra fértil escondida bajo la ceniza.
En Los Bermejos se elaboran 14 etiquetas diferentes, pero el 60% de la producción corresponde a su vino estrella, Bermejo Malvasía Seco. Son unas 200.000-300.000 botellas que se venden prácticamente en Canarias, con apenas un 10% en Estados Unidos y otro 10% en la península. Es un vino con aromas afrutados y florales, más ligero que el Bermejo Malvasía Seco Fermentado en Barrica (4.000 botellas). Su segundo vino más vendido es Bermejo Malvasía Semidulce, que lleva un 5% de moscatel (70.000-80.000 botellas). El espumoso Malvasía Brut Nature (6.000 botellas), cuya segunda fermentación se realiza añadiendo mosto fresco de uvas malvasía, y el Bermejo Naturalmente Dulce (5.000 botellas), que se elabora con uvas propias de vendimia tardía y cuya crianza se hace en una especie de solera (de cada barrica sacan solo un 20% desde 2005), completan la oferta de malvasías de la bodega lanzaroteña.
Con listán negro elaboran tres referencias: el espumoso Bermejo Rosado Brut Nature con una crianza sobre lías de 24 meses (7.000 botellas), Bermejo Maceración Carbónica (20.000 botellas) y Bermejo Maceración Tradicional (20.000 botellas) con una crianza en barricas de cuatro meses.
Los Bermejos está apostando por la elaboración de vinos ecológicos de la variedad diego (conocida como vijariego en otras islas del archipiélago), que vinifican por finca y zona, trabajando con levaduras seleccionadas y sin clarificación. De la variedad diego se comercializaron en 2015 dos versiones: en ecológico de un viñedo ubicado en Juan Bello (cítrico, flores blancas) y en convencional (notas más tropicales). Ambos se han vuelto a elaborar en la cosecha 2018 y tienen un corto paso por barrica (15.000 botellas) que no les resta mineralidad.
Por último, Bermejo Moscatel Naturalmente Dulce se elabora en un sistema de solera y sale con la añada (2.000 botellas).
Con el objetivo de conseguir una diferenciación respecto a la competencia, todos los vinos, excepto los espumosos, se venden en una curiosa botella que recuerda a un perfume o a un aceite y que estaba patentada en Italia. Desde que alcanzaron un volumen de producción importante, la botella se produce en Canarias. Lo que si se mantiene igual en todas las referencias, al menos en la tienda online de la bodega, es el precio (17,50 € por la compra de 12 unidades).
La bodega acepta visitas previa reserva y tiene una pequeña tienda en la bodega en la que comprar sus vinos.