
Después de trabajar como ejecutivo en varias multinacionales, Joan Ángel Lliberia decidió volver a su Gandesa natal para, ante la sorpresa de su padre que siempre asoció el campo con la vida dura, trabajar las viñas familiares y crear un proyecto vitivinícola de cierta entidad. Ingeniero agrónomo y máster de viticultura por la OIV, se centró inicialmente en el producto más característico de la zona, la garnacha blanca, para pasar a obtener resultados muy interesantes también con los tintos, un capítulo en el que tienen cabida la garnacha tinta normal que ellos llaman “fina” y la “peluda” que se distingue por el envés velloso de la hoja.
El nombre de la bodega procede de la “vía Edetana” que en tiempos de los romanos comunicaba el puerto de Dertosa (la actual Tortosa) con Cesaraugusta (Zaragoza).
Cuentan con 35 hectáreas propias con alto porcentaje de viñedo viejo que destinan a las gamas más altas y 15 arrendadas que cultivan directamente. Están empezando a trabajar en ecológico y esperan poder tener la certificación en tres años. Tienen identificados cinco tipos de suelo entre los que se incluye la característica duna fósil de arena de la zona conocida como panal, junto con otros pedregosos, arcillosos, limos muy pobres o de distintas capas de margas.
La bodega, edificada en 2003 y situada en la carretera que va de Gandesa a Vilalba dels Arcs y que pone en contacto la plana con el altiplano, está concebida como un gran balcón al viñedo con vistas a las sierras de Pàndols Cavalls y Els Ports de Tortosa-Beceit, este último parque natural. Los viñedos están situados en la plana o zona baja, muy marcada por la influencia del garbí o aire húmedo procedente del mar que atempera las altas temperaturas del verano.
Los Via Terra blanco (100% garnacha blanca joven, 30.000 botellas, ) y tinto (100% garnacha tinta con seis meses de barrica) en el entorno de los 8 € son los vinos de entrada de gama a los que siguen los Vía Edetana (en torno a 10-11 € en España), que se elaboran también en versión blanca (con 30% de viognier vendimiado casi en verde y la mitad del vino criado en barricas) y tinta (con syrah y cariñena en el ensamblaje y 10 meses de crianza), y la gama Edetaria Selecció que incluye una garnacha blanca de suelos de panal trabajada en barricas de 300 litros y un tinto que combina garnacha peluda (60%), garnacha fina (30%) y cariñena (10%).
De aparición más reciente, hay una nueva gama de vinos de viñedos muy específicos. Todos ellos proceden de cepas muy viejas y sus producciones apenas sobrepasan las 1.000 botellas con precios en el entorno de los 35-38 € en España. Elaborados con viñas que antes se destinaban a los Edetaria Selecció, marcan un nuevo horizonte de calidad en la zona, sobre todo en lo que se refiere a variedades tintas. Si La Pedrissa es un fantástico monovarietal de cariñena de un único viñedo, La Personal se centra en la garnacha peluda y La Genuïna en la garnacha fina de viñas cultivadas en suelos multicolores formados por distintas capas de margas y llamados localmente tapàs. También está la garnacha blanca La Terrenal, procedente de una viña de suelos arcillosos que se ha desgajado de Edetaria para que este último se centre solo en suelos de panal.