Una de las bodegas históricas de Rioja, fue fundada en 1890 por la familia Artacho y Rafael Carreras, aunque la tradición vitícola es anterior como prueba la puerta de piedra de 1799 que daba acceso al viñedo y que ahora se conserva en la entrada de la bodega de Cenicero. Su ubicación también le permitía beneficiarse del paso del ferrocarril para el transporte de vino.
En 1930 y tras la crisis de la filoxera la bodega se transforma en sociedad limitada bajo el nombre de Román Artacho y Compañía; y en 1940 en sociedad anónima con su actual nombre para acometer su primera ampliación que le permitió aumentar el número de barricas a 4.000 y la capacidad de sus almacenes a dos millones de litros. A ésta, seguirían otras en 1950, en pleno auge exportador a América, y en los años setenta con la entrada del Banco Santander en el accionariado. En los ochenta y noventa llegan las nuevas tecnologías y se siguen ampliando espacios para elaboración, crianza en madera y botellero. En los noventa, coincidiendo con el primer centenario de la firma, prácticamente se duplica la capacidad de la bodega.
Con motivo del 125 aniversario se restauró la bodega original de 1890 para crear un salón de actos y una bodega de elaboraciones especiales. Con capacidad para unos 90.000 kilos de uva, aquí se producen hoy las etiquetas top de la casa, tintos de corte más moderno como Gran Albina (50.000 botellas, 33 €) y Albina Esencia (5.000 botellas, 200 €). Los visitantes aún pueden contemplar los viejos tinos de madera que estuvieron en uso hasta los 2000, así como un botellero de vinos viejos que relaciona las distintas añadas con eventos y acontecimientos de su época.
La actual reverencia por las añadas viejas no existía en el pasado. Hasta los años sesenta el botellero era testimonial en la bodega y su construcción no se acometió hasta la década siguiente. Sorprendentemente, el Consejo de Administración decidió no guardar vino entre 1980 y 1998.
Riojanas es de las pocas firmas vinícolas españolas que cotiza en bolsa, aunque aproximadamente el 60% de las acciones están en manos de los Frías Artacho y Artacho Nieto, descendientes directos de los fundadores. El movimiento se produjo en 1997 tras la salida del Banco Santander del accionariado. La expansión comercial y hacia otras zonas vinícolas han sido prioritarias en su estrategia a partir de entonces.
La primera marca de la bodega fue Viña Albina, que se correspondía con el nombre de un viñedo de la época que tenía la particularidad de estar plantado con uva blanca. Monte Real se creó en los años 30 de la mano del enólogo francés Gabriel Larrendat antes de regresar a su país en 1933. El nombre hace alusión a la zona de viñedos llamada “El Monte” en Cenicero, que se distingue por sus suelos arcillo-calcáreos con grava y el aluvión que ofrece la cercanía del río Ebro. Es un terreno pobre, con poca retención de agua y buena concentración. Hoy la bodega sigue utilizando uvas de este paraje, pero las mezcla con otras áreas de Cenicero.
En la actualidad, Bodegas Riojanas posee 200 hectáreas de viñedo en propiedad y controla 600 más de proveedores. Además de Cenicero, se surten de uvas de San Vicente donde cuentan con una bodega de elaboración y crianza que representa en torno al 30% de su producción. Otros municipios en su punto de mira son Uruñuela, San Asensio, Briones o Labastida.
En elaboración, es significativo que hasta los años noventa las distintas variedades se trabajaran en cofermentación, lo que no hacía sino reflejar las particularidades de los viñedos tradicionales de mezcla varietal. Según Felipe Nalda Frías, que elaboró los vinos de la casa entre 1964 y su jubilación en 2008, “el blanco se separaba hasta donde se podía” por lo que la mezcla de un 10-15% de uvas blancas era lo habitual. También se utilizaban garnachas de Tudelilla para alcanzar los 12,5% vol. Hasta los años sesenta, cuando empiezan a aparecer las cooperativas de manera generalizada, también era habitual que las grandes bodegas como Riojanas compraran vino a los cosecheros locales. En opinión de Nalda, con las cooperativas mejoró la elaboración, pero se podía seleccionar menos. Otras prácticas del pasado incluían la mezcla de añadas para mejorar el vino y buscar un efecto de refresco.
La legendaria cosecha 1964 que se crío seis años en barrica “fue muy abundante, con algún problema de azúcar residual porque las graduaciones eran bastante altas para la época, pero los vinos han durado en el tiempo”, señala Felipe. Riojanas mantiene botellas a la venta a un precio de 1.200 € la unidad, así como de las añadas 1978 (330 €) y un Monte Real Edición Limitada 1998 a 50 €.
Los grandes reservas actuales, herederos de los vinos de sexto año de antaño (embotellados en su sexto año), pasan entre 36 y 40 meses en barrica. La producción asciende a unas 300.000 botellas tanto para Viña Albina como para Monte Real. Monte Real siempre va un poco por delante en precio (25 € frente a 22 € en la categoría de gran reserva)y desde 1998, para diferenciarlo de Viña Albina, se elabora únicamente con tempranillo, aunque esto les a obligado a buscar viñedos a mayor altitud y en zonas frescas. Aquí buscan algo más de volumen y la marca se comercializa en hostelería.
Viña Albina se orienta a la gran distribución, incluye graciano y mazuelo en el ensamblaje, y un porcentaje importante de uvas de San Vicente. Se busca un perfil más ligero y de mayor acidez.
En los últimos años se está potenciando la marca Monte Real de Familia que se elabora desde finales de los noventa y bajo la que se elabora un crianza (100.000 botellas, 12 €) y un reserva (200.000 botellas, 16 €). También se quieren diferenciar más los Monte Real con una selección de levaduras procedente del viñedo El Monte. Entre las últimas novedades destaca El Lago de Bodegas Riojanas (8,50 €, unas 8.000 botellas), un tinto elaborado en lagos de cemento a partir de tempranillos cultivados en laderas de orientación norte para buscar frescura, y un Monte Real Garnacha parcelario de viña vieja, elaborado con uvas de un proveedor histórico de Manjarrés en el valle del Najerilla.
Productora histórica de blancos, los envejecidos en barrica desaparecieron prácticamente del mercado en los años noventa. El actual porfolio incluye entre otros un blanco semidulce y un dulce de reserva bajo la marca Viña Albina y un Monte Real Fermentado en Barrica.
Riojanas exporta el 20% de su producción. Su primer mercado es Reino Unido, seguido de Alemania, México y Estados Unidos, donde tienen una oficina comercial. Como grupo, cuentan con Bodegas Torreduero en Toro y elaboran en Rueda (700.000 botellas), Rías Baixas (unas 100.000 botellas del albariño Veiga Naúm), Ribera del Duero, Cava, Penedès y más recientemente también Bierzo con la marca Viore que se utiliza también en Rueda, Toro y, Ribera. En Monterrei han comprado Terra do Garagalo.
