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1 y 2. La edición más bulliciosa de BWW. 3 y 4. La zona de Artisan Wine Attraction. 6 y 7. Espacio de cata libre. 8. La ponencia de SWL. Fotos: BWW, Ruth Troyano, Corpinnat y A.C.

Catas

BWW 2023: más grande, más diversa

Amaya Cervera | Martes 14 de Febrero del 2023

El colapso del espacio Gastronomy en el primer día de feria (el servicio debía funcionar hasta las cinco de la tarde pero se quedaron sin comida poco después de las tres) es la mejor prueba del bullicio que ha caracterizado la edición 2023 de la BWW (Barcelona Wine Week). 

Con 828 expositores, 27% más que en 2022 y 20.000 visitantes profesionales (el 20% de ellos extranjeros), según los datos aportados por la organización, es la primera vez en sus tres años de historia que se consigue la plena ocupación del pabellón 8 del recinto de Montjuïc. Hubo, pues, mucho más que ver y probar, y casi tantos recorridos posibles como visitantes durante sus tres días (del 6 al 8 de febrero) de duración.

La BWW se consolida, así como gran escaparate del vino español. La clave es su carácter inclusivo que da cabida a bodegas de todos los tamaños y perfiles. Desde grandes marcas que pueden acudir con lujosos stands, al grupo de pequeños productores que, bajo el paraguas de Artisan Wine Attraction, se agrupan al fondo del pabellón en un espacio más modesto, pero que pasa por ser uno de los más bulliciosos y eclécticos. El grueso de expositores ocupa el gran espacio central, en la mayor parte de los casos agrupados por regiones y denominaciones de origen. 



Otro gran punto a favor es la comodidad de estar en pleno centro de Barcelona y a 15 minutos a pie de la estación de Sants frente a los tiempos en los que Intervín, la sección vínica de la gigantesca Alimentaria, estuvo instalada en el recinto ferial de Hospitalet de Llobregat. Por supuesto, tras la feria el bullicio se traslada a los bares y restaurantes de la ciudad que cuidan el vino. El martes cenamos en Gresca y allí nos enteramos de que Dua Lipa, que es una gran aficionada al vino y pasaba unos días por Barcelona, había estado el día anterior. La cantante incluso publicó en sus redes un post con sus visitas a productores locales.

Suelos, elaboradores integrales, viñas viejas…

Las catas y ponencias que coordina el centro de formación del vino Enoaula también han crecido. Como es habitual, los vinos catalanes tuvieron un papel destacado. Si Penedès propuso una selección de xarel.los ecológicos como reclamo de la voluntad de la DO de que todos sus vinos estén certificados con este sello para 2025, Cava presentó a sus elaboradores integrales, que lucían este distintivo bien visible en sus stands. Es el sello que se otorga a quienes prensan y vinifican el 100% de la uva en la propiedad. También hubo degustación de vinos de finca de Cataluña o de súper tops de Priorat.


Teniendo en cuenta que uno de los lemas de la presente edición era “España, mosaico singular de suelos”, gran parte de las catas pusieron el acento en la comparación de vinos de terrenos diferentes. A menudo por parte de elaboradores que trabajan en distintas zonas como Capellanes o Álvaro Palacios, o bien poniendo frente a frente distintos terruños de una misma región como hizo Torres con sus vinos de Priorat, o las DOs Rioja y Alicante, y también utilizando la variedad como hilo conductor en el caso de la propuesta de Terra de Garnatxes. El suelo fue también el tema recurrente del espacio de libre degustación que este año se caracterizó por la alta calidad de los vinos presentados.

No faltaron sesiones con el crítico de The Wine Advocate Luis Gutiérrez, con productores que ostentan el título de Master of Wine, o con el personalísimo comunicador Santiago Rivas, más conocido como Colectivo Decantado, que dirigió una cata con etiquetas de miembros de Artisan Wine Attraction y firmó ejemplares de su libro Deja todo o deja el vino



Por el lado internacional, lo más destacado fue la presentación por parte de Sarah Abbott MW de Old Vine Conference, una asociación sin ánimo de lucro que busca dar visibilidad a los vinos elaborados con viñas viejas en todo el mundo y en la que España aún tiene muy poca presencia. La oportunidad para llamar la atención sobre nuestra gran herencia vitícola es nominar (cabe la autonominación) aquí a aquellos, productores, viticultores, grupos o individuos que se distinguen por su defensa de las viñas viejas. 

Y, por supuesto, la cata-presentación del último informe de Tim Atkin sobre Rioja durante la que se entregaron sus premios anuales y se pudieron probar las etiquetas más destacadas. Lo más comentado durante el resto de la mañana en los pasillos de la feria fueron los 100 puntos que se llevó La Condenada, de Artuke, el primer tinto de la región que recibe la máxima puntuación (el otro 100 hasta la fecha fue para un blanco de Viña Tondonia).

SWL también tuvo su pequeña ponencia sobre “Cómo comunicar mejor el vino español”

En el cómputo final de ponentes, realizado a partir de la relación que publica la página web de la feria, hubo 65 hombres frente a 28 mujeres, lo que deja la presencia femenina ligeramente por debajo del 30%.

El off crece

Otra prueba de la atracción creciente que genera la feria son las actividades que se desarrollan de forma paralela. Corpinnat, que ha tenido una presencia destacada como grupo en la BWW desde su primera edición, organizó el domingo anterior su primer Tast de Vins Base Corpinnat. Como si de un en primeur se tratara, el salón, totalmente novedoso en España, tenía por objetivo presentar los vinos base de la vendimia 2022 que serían destinados a espumosos de larga crianza y que, a su vez, se podían comparar con un ejemplo de producto terminado. Cuatro días antes de su celebración, el grupo colgaba en cartel de no hay entradas (se vendieron 400 a 20 € cada una). 


Tras el cierre de la feria la atención se trasladó al salón anual organizado por el grupo Mujeres del Vino que se celebró en el Palacio de Pedralbes y en el que 40 productoras dieron a probar sus vinos.

Organizado por Fredi Torres y Marc Lecha, el clásico más alternativo y popular que se viene celebrando desde 2016 es Off the Record. Este año congregó a 38 productores de dentro y fuera de España en uno de los espacios de Casa Rius y ahí tuvimos que apretarnos para poder llegar a las botellas de nuestros productores favoritos. El vino más loco que probamos, de la bodega del Líbano Sept Winery, estaba elaborado con uvas de viñas salvajes que, en su estado natural y sin poda, trepan por árboles y olivos.


La feria de SWL. Aunque es imposible condensar todo nuestro recorrido 
en un solo artículo (muchos de los vinos que probamos nos servirán para selecciones, recomendaciones e historias futuras), hemos recopilados algunos momentos y etiquetas especiales. 

Atrapados en Parajes y Majuelos

Si tuviéramos que elegir un stand favorito (se llevó casi todo nuestro primer día de feria), probablemente sería el de Parajes y Majuelos. Este paraguas, con presencia en Fenavin durante varios años pero en su primera incursión en BWW, reunió en un pequeño espacio a bodegas altamente representativas de la nueva era de los vinos españoles. Desde Jerez, Willy Pérez llevó su nuevo top Villamarta, un fino con concepto de tres palmas y nueve años de crianza estática que sale a 85 € de bodega y del que hay menos de 400 botellas. Con Ramiro Ibáñez repasamos las crianzas biológicas y oxidativas de Cota 45 y los vinos de su proyecto conjunto con Pérez. ¡Qué maravilla comparar la Manzanilla Fina De la Riva de Miraflores Baja, elegante y salina, con la cremosidad y sapidez de la Manzanilla Pasada de Balbaína Alta!

Allí se dieron cita también los valencianos de Celler del Roure, con su reinterpretación de los tintos mediterráneos gracias a la presencia creciente de mandó y arcos (el Parotet nos parece cada vez más serio); los rufetes de Sierra de Salamanca de Viñas Serranas (hay un nuevo y jugoso Ciclón Paraje Pizarro de suelos de granito en Miranda del Castañar) Gregory Pérez, con su fascinante trío de godellos atípicos del Bierzo (con pieles en tinajas, oxidativo en botas y de corte borgoñón en su Grand Cuvée), los expresivos bobales que Ponce elabora en Manchuela y un Reto 2014 como mejor recordatorio posible de que ese blanco hay que guardarlo sí o sí. En la mesa de Suertes del Marqués (Valle de la Orotava, Tenerife) brillaron especialmente La Solana, con su alegre carácter especiado, y ese nuevo Vidonia VP que se estrenó en la cosecha 2020 y que, a la expresión isleña, suma dejes borgoñones de pipa tostada. También teníamos pendiente de probar el Trascuevas, el nuevo blanco riojano de Artuke que en su segunda añada 2021 se presentó con gran potencial. Como contrapunto y perfecto vino de sed, el clarete La Maldición envejecido en tinaja de Marc Isart.


De Galicia, estuvieron Eulogio Pomares, sacando siempre nuevos matices a las variedades y a los terruños gallegos (aprendimos que el espadeiro era el tinto de verano gallego, que se tomaba tradicionalmente en San Juan con sardinas); Forjas del Salnés (muy recomendables por menos conocidos los albariños O Raio de Vella y Cíes que Rodrigo Méndez firma en su proyecto); Guímaro (en su nivel más alto, con dos nuevos vinos que comparan los valles del Sil -San Pedro- y del Miño -Mundín- y un Capeliños 2020 en estado de gracia); e Iria Otero con un cítrico Socabeira 2021.

Los 7 Magníficos del Priorat

Maravillosa la oportunidad de catar uno al lado del otro algunos de los vinos míticos de la zona de mano del periodista Ramón Francàs y con presencia de todos los productores. La hora dedicada a ello se quedó corta y hubiéramos seguido perdiéndonos en las copas un buen rato más. 

La selección mostró la diversidad de estilos y tendencias actuales en la zona. En primer lugar, el abandono de las variedades internacionales, que solo asomaron en dos vinos: un Clos Mogador 2019 con madurez mediterránea, pero gran equilibrio (hay una evolución bien medida) y un Clos Erasmus 2020 (30% de syrah junto a la garnacha) profundo, mineral y aún con mucho que decir. 
La cariñena, que probablemente alcance su cima en esta región catalana, derrocha energía, más aún si procede de viñas viejas y zonas frescas como Poboleda (jovencísimo y con gran acidez el 1902 Tossal d’en Bou 2019 de Mas Doix) o Porrera (muy profunda, fruta azul y con frescura dentro de la calidez el Mas de la Rosa 2019 de Vall-Llach). 




La garnacha, por otro lado, es objeto del máximo refinamiento. Se ve en L’Ermita 2021 de Álvaro Palacios, donde domina el coupage, y consigue gran jugosidad junto con notas de pimienta rosa y piel de naranja. Y en Les Manyes 2021 de Terroir al Limit, un tinto delicado y evocador que se desmarca del resto por suelo (arcillas rojas y el único, por tanto, en el que no hay pizarra), crianza (primera añada de la casa que solo ve el hormigón) y estilo (trabajo con raspón, vendimia temprana, el único que baja de 14% vol.).

El séptimo magnífico fue el Nit de Nin Mas d’en Caçador 2020, el field blend de garnacha tinta, peluda, cariñena y algo de uva blanca que elabora Familia Nin Ortiz en Porrera. Fue el vino más cerrado de la cata, pero con paladar sápido, buena acidez y taninos integrados. 

Variedades ancestrales de Rioja con Amaren

Emociona poder probar un vino de benedicto, progenitor junto a la albillo de nuestra omnipresente tempranillo. El milagro ha sido posible gracias al enorme trabajo realizado por Bodegas Amaren en sus viejas viñas de Rioja Alavesa en colaboración con el ICVV. El análisis ha sido tan detallado que tienen un registro del número de plantas encontradas en distintos viñedos. Por ejemplo, de la benedicto han encontrado una relación de entre una y 25 cepas en 10 viñas diferentes. Es una presencia silenciosa. De lo que se ha podido identificar genéticamente hasta ahora hay, además, más de 160 biotipos de tempranillo, más de 50 de graciano, 35 de garnacha, 25 de viura, 20 de malvasía, o 14 de bobal.


Probamos vinificaciones de 2021 sin madera. Julen es el nombre con el que se ha bautizado a una de las nuevas variedades en honor al nieto de Juan Luis Cañas. El vino es fresco, con sabores de fruta roja dulce, tanino amable y equilibrado. Hay un garró (o mandó), que prueba lo extendida que estuvo esta variedad por España, con carácter bien especiado. Muy interesante la cadrete, estructurada, potente, con fruta negra y también mas poderío alcohólico. La benedicto nos pareció que daba también más estructura, pero con mayor equilibrio, mayor sensación de acidez y taninos finos. ¡Qué línea de investigación tan apasionante!

Garnacheando

La garnacha nos apasiona y sentimos una inclinación natural hacia ella. Pero además cada vez más productores se animan a elaborarla. Son muchas virtudes: pHs bajos, resistencia a la sequía, sabrosidad natural, paladares amables y narices fragantes… En nuestra lista de la BWW destacamos las garnachas de altura de Sandra Bravo en Rioja que trabaja en la zona de Rivas de Tereso, frescas y tensionadas como la Dula e incluso cítricas en la más salvaje Tereseño. En un estilo muy diferente y en el otro extremo de Rioja, Real Agrado presentaba Eralena, a partir de un viñedo muy viejo de Préjano en Rioja Oriental con el indicativo de viñedo centenario y elaborado como Gran Reserva. Del espacio de Artisan, nos gustó mucho la añada 2020 de Coma d’en Pou que elabora Bàrbara Forés en Terra Alta.

En el off, probamos el nuevo y prometedor Golerga que los Viña Zorzal de Fitero y la Ribera Baja navarra elaboran ahora en la subzona más septentrional de Baja Montaña (está claro que la revolución del vino navarro vendrá por la garnacha), las de Arrayán elaboradas con uvas de Gredos, las de Jorge Navascués de la Sierra de Algairén en Cariñena y, más exótica, la que firma Bibi García en Cortijo de los Aguilares en Ronda (Málaga), con buena textura y aprovechando la frescura de esta zona particularmente alta.


En breve

La mazuelo al alza. Nos encantaron la de Jorge Navascués en Cariñena y la de Ortega Ezquerro de sus viñedos de altura de Tudelilla en rioja Oriental (de la primera añada 2021 solo han hecho 900 botellas que han volado, pero para 2022 anuncian 1.600 botellas).

Pepe Mendoza está en un momento de plenitud en su proyecto personal de Casa Agrícola en Alicante. Nos gustó el refinamiento con el trabaja la moscatel, con leve aporte de pieles y algo de flor para adelgazar los vinos y quitarles glicerina sin que el método asome por la copa. El Moscatel Rare 2019 es un blanco naturalmente dulce de complejísima nariz (mostaza, hoja de té, hierbas en infusión), dulzor moderado, finos tostados y una acidez que no se ve habitualmente en los dulces de estas latitudes.



Sílice, un tesoro en la Ribeira Sacra. Quizás el hecho de trabajar fuera de DO hace que sea menos desconocido, pero la calidad y evolución de los vinos hacia unas elaboraciones más refinadas es notorio. El proyecto de los hermanos Rodríguez con Fredi Torres, organizador de Off the Record, ha añadido una gama intermedia entre sus vinos básicos y sus escasos y caros parcelarios, los Sílice Xábrega, de producción limitada y trabajo en madera para aportar redondez y que funciona especialmente bien en la versión blanca. El parcelario Rosende 2017, con un 95% de tintorera, que llevaron al Off es la versión más elegante y delicada que hayamos probado nunca de esta variedad.

Más variedades

Bàrbara Mesquida presentó una rica y expresiva gorgollassa mallorquina dentro de una nueva línea de etiquetas experimentales que no producirá todos los años. Es una uva de la que esperamos seguir viendo más ejemplos en la isla. 

Doniene Gorrondona tiene nueva hondarrabi beltza en Bakio (Bizkaiko Txakolina) en la cosecha 2019. Se llama Ho-Be (mejor, en euskera y las iniciales de la uva), pasa solo cuatro meses en madera pero madura un año de depósito y otro en botella. El reposo le viene bien para matizar los aires septentrionales y suavizar la textura.

Y Pilar Higuero, que trabaja en la zona de Ribeiro pero fuera de DO (su A Pita Cega es una referencia en la zona) cada vez se atreve más con tintos y ha embotellado un ferrón por separado bajo la marca Soul de la cosecha 2019. 

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